lunes, 28 de marzo de 2011

El dilema de las gafas de sol

 Me encantan las gafas de sol. No puedo salir sin ellas en el bolso. Tengo los ojos claros, más patas de gallo que un gallinero entero, y si no me las pongo tengo la sensación de que no puedo ver con la claridad.
 Pero elegirlas es un rollo.

  En la mano me gustan todas, puestas ninguna  me queda bien


Si las compro grandes, ese año parece que se llevan pequeñas ...

Si las compro pequeñas y con montura de metal , me cansaré porque me apetecerán de pasta y bien grandes...


Y el mayor dilema: ¿¿ Cuánto debo pagar por unas gafas???
Vale que mis ojos delicados no deben usar  plástico ni aquellas con baja protección solar, pero.... por qué las que me gustan de las ópticas valen una "pasta"???
En todas las tiendas, franquicias de cualquier tipo, hay muchos modelos, ¿ son aptos??  ¿¿O sólo sirven para sujetar el pelo??


1 comentario:

  1. Creo que hay que comprarlas buenas, que protejan realmente del sol. Importantísimos los cristales. Ah! Y el diseño, por supuesto. Y si que es cierto que hay que invertir más de lo que querríamos, pero merece la pena. Al menos yo lo creo así.

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